En el transcurso de los más de veinte años que Rulo lleva como músico profesional le hemos podido escuchar cantándole al alcohol, al desamor, a la sociedad e incluso al mal humor. Pero él sabe como girar el volante para que nunca se cojan las curvas por el mismo lado y cada vez que se suba a un escenario sea un viaje distinto al anterior.
Las fiestas de San Sebastián (Donosti) tuvieron el honor de acoger en su escenario de conciertos a Rulo y la Contrabanda el viernes 18 de Agosto y a eso de las 12 de la noche comenzaron a sonar los primeros acordes musicales.
Sería absurdo detallar la lista ordenada de los nombres de las canciones que sonaron porque aquellas que permanecieron calladas durante esa noche no se merecen el desprecio de ser ignoradas. Es tan sólo la demostración de que cada concierto tiene la suficiente personalidad para ser diferente al resto. Nunca suenan las mismas canciones en el mismo orden y debemos ser conscientes de que cada concierto es una historia diferente que vivir y sentir...
San Sebastián fue testigo de como se fueron entremezclando canciones de toda su etapa musical alternando aquellas de estilo más tranquilo con aquellas de su etapa más rockera cuando era un chaval pero que siguen levantando aplausos y emociones de aquellos que son fieles a las composiciones de Rulo.
Acompañado de su querido piano sonó ese "Noviembre" que ha conquistado el corazón de aquellos que incluso no son ni seguidores de la banda. Se creó una conexión muy especial entre Rulo y el público en ese momento donde todos escuchaban atentos al músico.
Rulo decidió cantar a dúo "Heridas del Rock & Roll" con una chica de voz original, limpia y muy atrayente. Quedó una escena preciosa y emotiva.
Son ya muchas canciones compuestas pero siempre hay algunas que se convierten en himnos y "Por verte sonreír" lo es. Sonó como última canción de despedida y así la banda entre aplausos se despidió de todos los asistentes.
ELOÍSA TROMPETA
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