Casi de forma puntual a las 21h se abre el telón y aparece un solitario escenario. La voz de Rulo a capella eclipsa el silencio de los primeros segundos de actuación. Recorriendo el pasillo central acude a su cita con el epicentro del Teatro Romea, este gran músico español.
Haciendo un homenaje a la canción que desvirga el índice de contenido, podemos ver a Rulo con su guitarra "A Solas", interpretando un gran baile entre la música en acústico y él. Siempre jugando con las palabras es capaz de trastear en la canción para hacer que el nombre del teatro sea mencionado de forma inesperada.
Con "Mi Cenicienta" acude la contrabanda armada de instrumentos, para la batalla acústica que se viene por delante. Al no entender de instrumentos musicales me quedo fuera de juego al explicar todos los que sonaron ayer en las manos de estos creadores de melodías. Pero en "Como Venecia sin agua", Fito (uno de los guitarristas) acompañó la canción con una especie de mini guitarra y Pati (el otro guitarrista), consiguió con su punteo hacer que más de uno prefiriera esta versión a la original.
Un clásico que sólo deberá callar "Por morder tus labios", una original y diferente "A la baja" y un extrovertido punteo de Pati dando profesionalidad a "Divididos", nos hacen llegar a la estación donde los pensamientos nos agradecen haber acudido a la cita, aun siendo jueves laborable.
En "A punto de Colapsar" se deja claro que Rulo y Fito deben seguir con el objetivo de coleccionar años juntos, porque la unión de sus voces es lo que da el punto emotivo a la canción. El órgano tocado por Mario y las caricias que Charly le hace a la batería, son el giro perfecto para rehabilitar la canción y hacerla nueva.
La armónica protagoniza la intro de "No sé" y por primera vez en el estribillo, Rulo deja unos pasos atrás a la contrabanda y su música, para dirigirse al público sólo cantando. Aquí es cuando podemos ver la versatilidad de este gran artista.
Rulo y su banda son unos desenamorados de la rutina, y por eso en cuanto entra en sus canciones, las acicalan para demostrarle que siempre la van a derrotar profesionalmente hablando.
"La Balada del despertador" tiene ya quince años y fue compuesta por Rulo para una mujer especial en su vida. A día de hoy sigue emocionándose cuando se encuentra con el pasado sentado en primera fila mirándole fijamente en esta canción.
"Fauna Rara", "El prota", "Buscando el Mar" y "Al infinito" son las siguientes canciones que desfilan por la pasarela de las sensaciones y albergan cientos de aplausos al llegar a su fin.
Llegados a este punto del concierto, más de uno tuvo que atarse con doble lazada los sentimientos para que no se escaparan, porque empezó a sonar "Heridas del Rock and Roll". Aun así uno de los cables si que se soltó haciendo que la canción terminara de la mejor e inesperada forma posible....Rulo sentado al borde del escenario, su guitarra ahora tímida batallando con el silencio del teatro y el público agonizando en sus ganas de aplaudir. Las cosas solo pueden salir mal si uno está predispuesto a ello y Rulo no va a consentir que un error involuntario destroce un momento tan mágico.
"Mi pequeña cicatriz", (con todos mi respetos) el puto blues, siempre será una canción especial suene donde suene...
Un acordeón tocado por Quique (el bajista de la banda) va deshojando "La flor" hasta dejarla desnuda (que no frágil) y haciendo que muchas personas se sientan protagonistas de la canción.
Las utopías no tienen por qué ser siempre sueños inalcanzables. "Como a veces lo hice yo" tiene un gran mensaje para esta sociedad y sonando en acústico parece que las reflexiones imperan más sobre nosotros.
Hay una canción que es la marginada, la intocable (nunca mejor dicho), pero su creador siempre tendrá un lugar para ella. Por eso nos hacemos una imaginativa transfusión de "Amor en vena" cuando vuelve a tocar Rulo solo en el escenario esta canción.
La banda se siente cómoda, todo está saliendo bien y por eso al sonar "Descalzos nuestros pies", Rulo se sienta en el escenario como si estuviera en su propia casa. Bonita y familiar estampa.
Hay canciones que hacen vibrar como si fuéramos una guitarra, y por eso cuando sonó "Pa'quí Pa'lla" (de su anterior etapa musical), hasta el órgano que dio la pincelada elegante a la canción, se convirtió en un abstracto perdigón de cariño a todos los asistentes.
Termina el concierto pero no sin antes dejarnos claro que siempre con los pies en el suelo no debemos olvidar tener "La cabecita Loca". El teatro se viene arriba y envuelve la música con su cariño hacia la banda.
No estuvo Bunbury para acompañar "El vals del adios", pero sí hizo presencia la buena educación, la cultura musical, las ganas de luchar por un sueño, la profesionalidad, el sentimiento y el cartel de entradas agotadas, para despedir a estos seis grandes músicos españoles de la mejor forma posible.
P.D.: ¡Gracias por regalarnos vuestro arte!
Chapó! Quien ahí estuvimos lo revivimos, enhorabuena por la "crónica"
ResponderEliminarBuena crónica, buen concierto, buenos músicos, buen público, buen escenario. Poco mas que añadir...
ResponderEliminarRulo( romeo....) enamora a todos en el romea. Con cuatro sencillas letras explota toda su fuerza y luz musical q lleva dentro y fuera!!!!
ResponderEliminarMe quedo Sin duda con la noche mágica que vivi y con tu blog.
ResponderEliminarUn saludo Nefertitiiiii
Elo, tras leer esto solo puedo poner que, esperando el siguiente teatro "me quema la sangre, me pueden las ganas". Un fuerte abrazo. Melu.
ResponderEliminarEnhorabuena!!! No es fácil escribir las emociones de un concierto y tu no solo las escribes, también las transmites.
ResponderEliminarComo siempre, lo bordaste Elo. Besicos
ResponderEliminarRosa
Emocionante crónica de un concierto que sin duda pudisteis disfrutar muchos seguidores Gracias...
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