21 de septiembre de 2011

BAJO LAS ESTRELLAS DE REINOSA

Hay canciones que son la mejor terapia para los corazones rotos o doloridos. Las penas son menos penas, las lágrimas dejan de ser amargas para convertirse en gotas transparentes de felicidad.


Una vez más, unas canciones en directo arroparon mi alma y me hicieron soñar.


Ayer, 20 de Septiembre del 2011, soñé bajo el cielo estrellado de Reinosa.


Con la melodía de un tango las ilusiones empezaron a revolotear, las tristezas se fueron escondiendo entre la oscuridad de la noche y las pupilas comenzaron a brillar con el titilar pronunciado por los pequeños puntos de luz.


Anoche pude comprobar que siempre me quedarán unas señales de humo a las que aferrarme y unas viejas canciones convertidas en melodías nuevas que me transportarán a ese momento del tiempo en el que todo era más fácil, tantos años atrás.


Anoche pude comprobar en mi propia piel, que dos horas de música en directo son capaces de apaciguar el sufrimiento, lo hacen más pequeñito, casi imperceptible por un tiempo.


Anoche, bajo las estrellas de Reinosa, con los brazos de mi amor rodeándome y su voz susurrándome “una bala perdida hecha a mi medida” lloré al recordar, y lloré al hacer recuento y percatarme de que tengo motivos suficientes para seguir en pie, alegre, deshaciéndome entre sonrisas. 


Anoche volví a aprender que aunque la vida te golpee fuerte hay que seguir luchando hasta el final, porque si no luchamos perderemos la oportunidad de disfrutar de los momentos felices que nos están esperando.


Anoche, mirando al cielo de Reinosa, entre canciones que siempre me hicieron sentir bien, conté una a una las estrellas, y no me perdí, ni tuve que empezar de nuevo, las conté y me las guardé todas en mis bolsillos vacíos, para hacer uso de ellas cuando las fuerzas flaqueen.


Una noche de música, de sueños e ilusiones, de recuerdos, de lágrimas y de sonrisas.


Una noche en la que el corazón ha caminado lento pero con precisión.


Una noche que permanecerá imborrable dentro de mis venas, una noche que quedará grabada en mi retina para siempre.


Y que el vals del adiós, nunca sea un adiós definitivo, sino un “hasta el próximo concierto”, que sea un simple “hasta luego” y que jamás sea un “hasta nunca”.


Y brindo por esas noches donde todo era alegría, esa mezcla de sonrisas y Rock & Roll.”


* Gracias a Rulo y La Contrabanda, por una buena noche impregnada de alegría, sueños, sonrisas y Rock & Roll.


Gracias a las lunas contrabandistas (ellas saben quienes son) que nos encontramos por el camino, por los ratos de confesiones y el puñado de sonrisas compartidos, por esos minutos robados al tiempo.



Rebeca Bañuelos Ortiz (Keka).

1 comentario:

  1. Sencillamente asi fue..... que noche tan perfecta,que manera de rematar este año tan intenso,que estos cinco grandes artistas(contrabandistas....) nos han hecho vivir.
    Rebeca ya veo que esa noche,(y en cada noche que uno tiene guardada de manera especial....) todos los que estabamos alli,hemos experimentado las mismas sensaciones,muy bien transmitidas y contadas por ti.
    Viva "San Mateo",y que nos traiga por muchos años noches como esta,y a rulo como director de orquesta, a la "plaza" de nuestros juegos y sueños eternos.

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