UNA JOYA CULTURAL EN FORMA DE CARTA DE AMOR

Daniel tiene 18 años y lleva desde los 8 siguiendo la trayectoria de Rulo acudiendo a diferentes conciertos ofrecidos en Cantabria e incluso asistiendo al acústico que dio junto a Fito y Pati en Aguilar de Campoo.
Si entramos a hablar de amor nos metemos en terreno resbaladizo, peliagudo e incluso temeroso, por eso sólo diré que nunca había leído una carta de amor tan especial como la creada por Daniel para su novia. Lleva 9 meses con ella y el regalo que quería hacerle, gracias a su creatividad y cariño a la música de Rulo se ha convertido en una joya cultural.

Dani, ojalá hubiera mucha gente de tu quinta y cercanías que mimaran la letra de la canciones como acabas de hacerlo tú. Rulo lleva 17 años componiendo y lo más gratificante es encontrar esos maravillosos juegos de palabras que para muchos de nosotros ya no son solo letras sino himnos contrabandistas.

Gracias por este regalo.

Te veo y siento miedo, miedo de abrir un día los ojos y no verte a mi lado.Con la mujer que se fue, contigo, voy cerrando mis heridas, heridas del rock&roll.
Llévame a los bares más oscuros, allí es donde mejor me siento; me llaman los bares, si, ya sabes los detalles..
Te invito a estrenar la luz que entre mañana (y cada uno de ellos en los próximos 70 años) por la ventana de mi piso, que aunque no esté cerca de las vias, es nuestro pequeño paraiso.
Dime quién hipotecó tu risa, que no tiene ni puta idea de lo que le espera por joder tu felicidad. ¿Quién bajará por tu edredón? Espero que siga siendo el mismo que lo lleva haciendo nueve meses y que prometió hacerlo durante ochocientos treinta y un meses más.
Nunca invertí en amores de una noche mi locura, nunca. Esperé dieciocho años para invertirla entera en ti, después de tanto tropezar..
Tengo que aprender a madrugar, lo sé, pero soy de vivir más de noche que de día. ¿Sabes una cosa? Yo para ver las estrellas nunca miro al cielo, la más grande (y pequeña) la tengo a mi lado y, como Miguel, yo sólo tengo una canción, una vida, y te la regalo a ti para siempre, únicamente por verte sonreir.
Aunque creyeras lo contrario hace unos meses, no te iba a olvidar por venir hasta aqui, no soy tan kamikaze de querer estar triste como una puta monja en un burdel; necesito que me sigan rozando unos labios de mujer, los tuyos.
¿Quién no busca calor? Porque yo sí, y ya te he dejado claro que me jugaría la boca por morder tus labios y que no pienso olvidar a esa mujer, la quiero conmigo.
Hace tiempo hicimos callar a todas las sirenas, apagamos las luces de los parques (aunque no pudimos con las de cierto portal muerto de curiosidad), todo para convencernos de que, realmente, descalzos nuestros pies siempre se llevaron bien, muy bien.
Sólo espero que se cumpla mi sueño, aunque sea de un papel tan frágil como el de fumar: QUE LA VIDA TE TRATE COMO A VECES LO HICE YO.